Storytime: mi domingo electoral fue un loco (2025)

Estoy cagándome de risa en la esquina de Malabia y Corrientes porque mi domingo electoral no pudo haber sido tan demente y representativo de los tiempos que corren. En la era en la cual solo importa el algoritmo y los hooks cancheros, GRWM para que les cuente cómo vi un muerto, reflexioné sobre el último artículo de Leticia Martín, aproveché el Hot Sale y entré en un debate sobre política y humor mientras los candidatos de la ciudad se disputaban una banca.

Acerca de mí y mi sitio: Una cierta sabiduría es mi espacio personal de verborragia. Soy guionista, directora de cine, y estoy explorando otras formas de escribir. Es por eso que acá mezclo ensayo, chisme, teoría e introspección a lo diario íntimo. Si te gusta cómo escribo, ¡suscribite! Y seguime por mis otras redes: Instagram, Tik Tok, donde verás más contenido sobre mí y mis talleres de escritura en Villa Crespo, CABA, Argentina. También realizo mentorías y supervisiones de textos individuales. Consultame. Acepto tu cafecito para financiar mi producción de textos: aquí. https://cafecito.app/malenavain.

Para poder relatar este día, tengo que sumar un pequeño contexto: soy parte de un grupo de WhatsApp con dos amigas politólogas - Amanda y Lía - que se llama Cenacine (el nombre de nuestro micro-colectivo quedó así luego de un día en el cual nos juntamos para cenar y ver cine). Las tres nos encontramos de vez en cuando, pero nos la pasamos debatiendo sobre cualquier cosa, sin criterio. Muy high/low, diría un anglosajón. Es decir, en Cenacine se hablan de cosas muy profundas y serias, y otras muy livianas y aparentemente poco significativas.

Hoy se votaban las legislativas en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. El primer traspiés del día fue que llegué a la escuela donde tenía que votar y, cuando me paré frente a esa pantalla, no encontré a mi candidato por ninguna parte. Si la boleta hubiese sido de papel, podría haber pedido que las repongan y ganar tiempo mental, pero en este caso no había excusa. Así que estuve dos minutos mirando la pantalla como si fuese un abismo, y hasta barajando votar a otro candidato cualquiera, hasta que lo encontré. No lo veía porque la gráfica del partido era de un color completamente inesperado. Voté, y me fui.

Comento la situación en Cenacine, quejándome un poco. ¿Cómo puede ser que mi candidato de turno elija un color tan poco asociable a su partido? “Falló el marketing político”. Amanda responde que mañana van a culpar a ese color de los pésimos resultados electorales, y tiene un punto. Últimamente, la política es un tema de marketing, humor y contenido viral. Todo en la vida se vuelve contenido viral, o todo contenido viral se vuelve vida. Content Creator parece ser el único oficio de largo aliento. Yo misma tuve que diversificarme: mi CV dice que soy guionista de cine, tv, y contenido para redes. El cine ya no es cine tampoco, sino contenido. El INCAA ya no financia películas, pero abre una convocatoria buscando Tiktokers. Por lo tanto, si todo es contenido y todo es política, la política también es contenido. A mí me quedó patente lo que dijo Durán Barba en una entrevista para Crónica Anunciada ocurrida poco antes de que gane el actual presidente. Parafraseo: “la gente quiere candidatos que los diviertan, y prefieren a un loco que a un serio”. Desde entonces, siento que la única forma de ganar una banca es siendo gracioso, pero tal vez eso sea un problema mío. Amanda discrepa: “Estamos en la era política tarada. Las cosas tienen que ser taradas para captar el mínimo span de atención que tenemos en estos días. Estoy devastada. Odio esto. Me siento la columnista de Diario Perfil. Nadie lee nada.”

Paréntesis. “Nadie lee nada” es un artículo breve de 2500 caracteres en el Diario Perfil que se publicó la semana pasada (a no confundir con Nadie Dice Nada que es, casualmente o no, un programa de streaming). Allí, la escritora Leticia Martín denuncia que aquel mismísimo diario que le da el espacio para escribir no le paga cincuenta lucas mensuales (alrededor de 40 dólares mensuales) hace seis meses por su columna semanal. Diría que es escandaloso, pero la palabra no aplica. Para ser escandaloso debería ser excepcional, y Leticia solo denuncia una práctica que hoy por hoy es más normal que nunca: la explotación laboral y la pérdida del valor hora de trabajo. Lo absolutamente genial es que el artículo se publicó sin que nadie note la denuncia porque, en esta época, realmente nadie lee nada, ni siquiera los editores del diario. Agrega Lía, sobre #NLN (¿ya se puede hacer un hashtag?): “Leyéndolo, sentí que algo histórico sucedía, sentí cosas reales, sentí que así se debía sentir leer algo interesante entre los setentas y noventas”. No agrego mucho porque creo que Lía transmitió la emoción bastante bien, y coincido. Lo que le pasa a Leticia Martín nos pasa a muchos; de hecho, hace poco escribí sobre lo que es el trabajo full life. Estamos en un momento en que el valor hora solo es rendimiento económico, y no hay tiempo ni dinero para el prestigio no pago.

Amanda prosigue. Está desbordada por la realidad: “Yo también me siento así [como Leticia]. De verdad necesito que algo sea importante, significativo y solemne otra vez. La política no es para divertirse. Es un tema muy serio, y tiene que ser tratado con ese nivel de sensibilidad. No soporto el cinismo. Cuanto más vieja me pongo, más me alejo de los cínicos y los irónicos”. No sé qué responder. “En la política eso se traduce en crueldad”, agrega Lía. Cenacine se puso serio. Yo les hubiese respondido que el humor puede ser profundo y político, pero me da sueño mi propia opinión. ¿A quién carajo le importa el humor político, cuando todo es grave? “NECESITO SENTIR QUE ALGO IMPORTA” grita Amanda en mayúsculas, y Lía le responde “vale la pena seguir” con este link de un huemul adjunto:

Mientras debatimos de qué orientación política serían nuestros gatos si pudiesen votar, entro a la página del Hot Sale. Necesito comprarme un colchón porque el mío ya tiene forma de canoa tibetana. Es el último día para los súper descuentos. El riesgo de comprar algo sin probarlo me preocupa, pero mayor es el riesgo de pagar un colchón mañana a un millón de pesos cuando podría pagarlo a trescientos hoy. A esto se le suma la perversión de que los Hot Sale son medio una mentira y seguro se van a extender a día hábil aunque digan que están terminando hoy domingo. Mientras hago clic en el botón de compra, me pregunto si el lunes me lamentaré no haber esperado un día más para poder probar el colchón antes de comprarlo (spoiler: estamos a lunes, y sucedió exactamente eso, me arrepiento total y completamente).

Llego al Supermercado Día. Para quienes no sepan, es el supermercado más barato de la ciudad. Otro dato que aporta Lía: solo existe en Ciudad de Buenos Aires y en algunas partes de AMBA. Intento entrar, pero la puerta del DÍA no abre. Suele estar bastante oxidada, pero esto parece trabado. Levanto la mirada y adentro hay dos policías haciendo con el dedito que “no”, que no se puede pasar. En el piso, un cuerpo en posición fetal con una campera roja y azul, dándome la espalda mientras dos empleados lo miran sin curiosidad ni pena. No sé cómo reaccionar. Quizás buscando otro supermercado, pero no quiero quedarme con la duda de lo que acaba de ocurrir, así que camino lo suficientemente lento hasta que llega la ambulancia del SAME (el servicio de emergencias en CABA). Me doy vuelta como si fuese una señora pelo de cocker para escuchar mejor. El camillero sale de la ambulancia. El policía asoma del DÍA y grita, bien clarito: “está muerto, ya se cagó y se meó todo”. Lo dice como quien dice cualquier otra cosa. Otro día más en la Comuna 15.

En estado de shock, acudo a Cenacine, mientras Amanda y Lía debaten sobre un producto para las cervicales que le regalaron a Amanda. “¡Chicas! Acabo de ver un tipo muerto en un DÍA.” Les cuento la escena trágica y deprimente: el tipo en posición fetal, el policía avisándole al camillero que ni se esfuerce por salvarlo, las empleadas mirando como si esperaran a que eso termine para seguir trabajando. Mi primera hipótesis - para sorpresa de nadie porque soy una persona catastroficista - es que el tipo iba a robar y lo mató la policía. “Post Capitalismo”, dice Lía. “Trauma para siempre”, dice Amanda. Compran mi hipótesis en seguida, aunque no tiene sentido porque no hay ni sangre ni gran operativo policial.

Dejo de mandarles mensajes a las chicas, vuelvo a mirar la escena del crimen y descubro una obra de teatro: la ambulancia se lleva el cuerpo todo destartalado cual muñeco de trapo sobre la camilla, las chicas del DÍA limpian el pis y la caca, y reabren las puertas del supermercado al instante. ¿Qué hago, busco otro supermercado? No puedo. Tengo que entrar ahí. El DÍA es irresistiblemente barato, incluso si ahí hubo un fiambre hace un momento, y no precisamente Paladini. Así que vuelvo a entrar. No me resisto, y pregunto a la empleada qué pasó: un infarto, sugiere entre líneas. Me alivio. ¿Por qué? Si sigue siendo un tipo muerto en un DÍA. Eso ya de por sí es bastante deprimente. Mientras selecciono el detergente en descuento de una góndola, siento algo parecido a la culpa. Yo también soy parte de esa obra absurda en el corazón de Villa Crespo. Yo también podría morirme mañana adentro de ese DÍA, entre promociones y variedad de formas de pago. Quizás esta anécdota es un caso extremo, pero parte de ser argentino es entender que no podés vivir conmocionado con todo. No se si todo pasa, pero todo sigue.

Con Lía y Amanda nos mandamos gráficos y estadísticas. Ya hay un primer escrutinio de votos. El panorama de la votación es desolador no por el porcentaje de votos para cada partido, sino porque un 44% de las personas no fueron a votar. No alcanzaron ni los políticos en el streaming, ni los memes, ni los apodos graciosos ridiculizando a otros partidos para entusiasmar a la gente. La política no entusiasma ni interesa. Quizás a la política no le falta humor, sino que está de Hot Sale como todo lo demás. Es rápida, frenética, y barata. Todo es marketing político que intenta ser viral, pero nada es profundamente interesante. Todo es marketing, y punto. Por suerte, esta semana Leticia Martín se hizo viral y su artículo sí me resultó bastante interesante.

A la noche voy al cine con mi pareja. Para ir al centro, tengo que ir a Corrientes y Malabia. A punto de entrar en la boca del subte, me empieza a dar un ataque de risa. El verdadero tragedia + tragedia = comedia. Los domingos no pasa nada, pero en este domingo me pasó todo. Fui a votar un candidato que no reconocía en la pantalla, vi un muerto en un supermercado, luego volví a entrar a ese mismo supermercado a comprar productos baratos, y me compré un colchón sin verlo. Lloro de la risa por audios de Whatsapp en los que hago la sumatoria. Lía responde: “creo que hoy te pasó en el día lo que le pasaba a un autor en la Edad Media”.

Me duele la panza de la carcajada, no puede todo ser tan un loco en este país y sobre todo en esta ciudad. Todo lo que pasa es serio, pero me hace reír. Me queda picando en la cabeza lo que dijo Amanda sobre la política y el humor. Lo que pasa es que a veces no puedo parar de reírme con las cosas más trágicas.

¡Gracias por leer! Me encanta leer comentarios, así que cuéntenme qué les parece. https://cafecito.app/malenavain.

Compartir

Si te gustó este ensayo, quizás te guste también:

Ni freelance ni full time: tengo trabajo Full Life

Malena Vain

·

Apr 30

Cada tanto me encuentro con una pregunta que no sé bien quién me la hace: “¿Qué estás pensando?”. Esa pregunta enigmática aparece arriba de un casillero blanco, cuando aprieto el ícono de Facebook sin querer, dado que básicamente tengo esta app en desuso. Me gusta esa pregunta porque siempre estamos pensando algo. Es verdad que si me la hiciese otra pe…

Read full story
Storytime: mi domingo electoral fue un loco (2025)
Top Articles
Latest Posts
Recommended Articles
Article information

Author: Annamae Dooley

Last Updated:

Views: 5740

Rating: 4.4 / 5 (65 voted)

Reviews: 88% of readers found this page helpful

Author information

Name: Annamae Dooley

Birthday: 2001-07-26

Address: 9687 Tambra Meadow, Bradleyhaven, TN 53219

Phone: +9316045904039

Job: Future Coordinator

Hobby: Archery, Couponing, Poi, Kite flying, Knitting, Rappelling, Baseball

Introduction: My name is Annamae Dooley, I am a witty, quaint, lovely, clever, rich, sparkling, powerful person who loves writing and wants to share my knowledge and understanding with you.